- Las avispas son más agresivas y tienden a picar al final del verano debido a la mayor demanda de alimentos de sus reinas y a la escasez de éstos en forma de insectos y jugos de plantas.
- Ciertas familias de avispas como la sphecidae utilizan su veneno para paralizar y someter a sus presas, pero la picadura para el hombre no resulta tan peligrosa.
- Aunque se las considera animales benéficos porque controlan otros insectos plaga, los expertos apuntan a una sensibilización cada vez mayor del ser humano ante una picadura de avispa; ello se debe a que, en el medio urbano, nuestras defensas naturales disminuyen, siendo más proclives al desarrollo de alergias.
- Aparte de los gérmenes que recogen en sus cuerpos, también comen cadáveres de moscas y de otros insectos portadores; de esta forma, se convierten en transmisores de enfermedades de la misma manera que las moscas.
- Al ser atraídas por frutas, pasteles, bebidas dulces e incluso carnes, pueden ser engullidas junto con éstos alimentos, siendo especialmente grave su picadura en la garganta o lengua, ya que la hinchazón puede impedir la respiración y ser la causa de asfixia.
- Cada vez más personas son alérgicas a las picaduras de avispas y de abejas; de hecho el número de muertes causadas por picaduras de avispas y abejas supone un asombroso 50% de todas las muertes causadas por animales venenosos.
Mitos:
- Mito
"Cuando te han picado muchas veces, te haces resistente al veneno"
REALIDAD
Muy al contrario: las personas que han sufrido picaduras de avispa no son más resistentes a nuevas picaduras: la reacción al veneno puede ser la misma o mayor debido a una sensibilización más aguda por anteriores picaduras. - Mito
"Si está revoloteando una avispa cerca, ronronea y se irá".
REALIDAD
No existen trucos para ahuyentar una avispa pero, molestándola, existirán más posibilidades de provocar una reacción de defensa y, por lo tanto, una picadura. - Mito
"Las avispas no atacan, como las abejas, en masa"
REALIDAD
Aunque no es habitual, ante una provocación al avispero, toda la colonia puede responder de forma agresiva picando al intruso, y si el veneno de una sola picadura es potente, el de varias puede causar la muerte aún en personas no alérgicas.
Por la picadura de estos insectos, se puede sufrir un choque anafiláctico.
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